Importancia del ácido fólico en el embarazo y la lactancia

El ácido fólico es considerado una vitamina perteneciente al complejo B (vitamina B9). También es conocida como folato.

Nuestro organismo no puede producir AF, por lo que debe ser incorporado con la dieta. La mejor manera, pues, de satisfacer las necesidades diarias de esta vitamina es a través de una dieta balanceada y equilibrada. Ahora bien, como está aceptado que con la dieta habitual no se ingiere la cantidad de folatos necesarios para suplir las necesidades de la gestación, a la embarazada es imprescindible darle un suplemento con folatos.



El ácido fólico es una vitamina que el ser humano no puede sintetizar, no se almacena, se necesita su ingestión diaria, por lo que se le considera un nutriente esencial

Es más, para prevenir la aparición de malformaciones fetales, esta administración debe darse antes del embarazo (al menos tres meses antes de quedarse embarazada y en las primeras 12 semanas de gestación, para así disminuir el riesgo de aparición de los llamados defectos del tubo neural en el recién nacido; malformaciones muy graves (espina bífida, anencefalia, encefalocele) que conllevan daños en la formación de la médula espinal y el cerebro. Si todas las mujeres consumieran la cantidad recomendada de AF antes y durante la primera etapa del embarazo, se podría prevenir hasta un 70 por ciento de todos los defectos de este tipo. También, la toma de AF, puede prevenir la aparición de otras malformaciones en el recién nacido (malformaciones cardíacas y urinarias, labio leporino, paladar hendido).

El AF no solo se debe ingerir en la etapa preconcepcional y en las primeras doce semanas del embarazo, sino también durante toda la gestación, debido al continuo proceso de crecimiento y desarrollo del embrión, feto y placenta. Así, otros beneficios del consumo regular de AF tomado durante todo el embarazo son:


  • Menor incidencia de abortos.
  • Mayor peso del neonato al nacer, así como una menor tasa de partos prematuros.
  • Prevención de la preeclampsia: cuadro muy grave en la gestante caracterizado por hipertensión arterial y presencia de proteínas en la orina.
  • Menor incidencia del temido cuadro de desprendimiento prematuro de la placenta.
  • El hierro más AF es mucho más efectivo para tratar la anemia por déficit de hierro que aparece habitualmente en la embarazada, en comparación con la administración únicamente de hierro.

Ácido fólico durante la lactancia

Durante la lactancia, al igual que durante el embarazo, se produce un aumento de las necesidades energéticas y nutricionales de la madre. Por ello, se aconseja seguir suministrándole suplementos con AF. Durante la lactancia, el AF tiene beneficios para la madre (previene la aparición de depresión postparto e, incluso, psicosis puerperal, además de tratar una probable anemia) y para el recién nacido (el AF es imprescindible para su óptimo crecimiento).

Es fundamental la toma de ácido fólico antes del embarazo y muy recomendable hacer extensiva su ingesta durante todo el embarazo y la lactancia

Dr. José Luis GALLO VALLEJO. Jefe de sección de Obstetricia y Ginecología.
Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada. Profesor asociado de la Universidad de Granada

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